El presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto sobre la mesa dos propuestas de reforma a la Constitución en materia laboral que busca concretar antes de que concluya su sexenio el próximo 1 de octubre y que navegaría en el Congreso en pleno proceso electoral. La más importante y de mayor calado busca revertir la reforma a las pensiones, concretada en 1995 durante el sexenio de Ernesto Zedillo, a la que se suman a las modificaciones que se hicieron en 2020 en la misma materia. Con ello, se prevé aumentar la pensión a la que tienen derecho los trabajadores. La segunda está encaminada a que el incremento al salario mínimo anual siempre sea superior a la inflación. Para ello, Morena y sus aliados deberán persuadir a los legisladores de oposición del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano en el Congreso para que den sus votos a las iniciativas presidenciales y puedan transitar en el próximo periodo de sesiones o bien, esperar hasta la próxima legislatura en septiembre en caso de que se concrete el llamado “plan C” que implica, entre otros aspectos, que Morena y sus aliados obtengan la mayoría calificada tras las elecciones del próximo junio.
El 117 aniversario de la huelga de trabajadores de una fábrica de hilados y tejidos en Río Blanco, Veracruz ha sido el mejor escenario para que el primer mandatario lanzara su promesa en el último año de su sexenio que ya inició su cuenta regresiva. A escasos días de que concluyan el periodo de precampañas de las aspirantes a sucederlo en la presidencia de la República.
El presidente mexicano ha recalcado que desde hace más de tres décadas no se daba un aumento al salario mínimo como ha ocurrido en su Administración. El neoliberalismo ha salido nuevamente a colación en el mensaje del primer mandatario. “En los 36 años de periodo neoliberal o neoporfirista no aumentó el salario mínimo, al contrario, hubo una pérdida constante al poder adquisitivo de los salarios, al poder de compra”, refirió López Obrador como preámbulo para dar el anuncio.
Mediante una reforma a la Constitución el primer mandatario ha de enmendar la reforma que entró en vigor en julio de 1997 que ha sido objeto de críticas por la baja pensión que alcanzan los trabajadores. “Es completamente inhumano, injusto, que un trabajador después de 30 años de estar laborando, cuando termina ni siquiera recibe su salario cuando estaba en activo, sino la mitad, si le va bien. Eso ya no va a continuar así, voy a enviar también una reforma a esa legislación anti obrerista, contraria a los intereses de los trabajadores”, lanzó López Obrador durante la ceremonia de conmemoración de una de las luchas obreras más importantes en México.
En su segunda propuesta, el primer mandatario buscará elevar a rango constitucional que el aumento al salario mínimo sea siempre superior a la inflación. “Hago el compromiso de que antes de que yo termine mi mandato voy a enviar una iniciativa de reforma al artículo 123 de la Constitución para que se establezca que nunca jamás va a aumentar el salario menos que la inflación”, mencionó el mandatario mexicano en pleno proceso electoral y a menos de dos meses de que inicien las campañas presidenciales.
En ambos casos, para su aprobación por el Congreso, las modificaciones constitucionales deben alcanzar la mayoría calificada de 334 votos en la Cámara de Diputados. Al momento Morena y sus aliados (PT y PVEM) suman 274 integrantes, insuficientes para lograr que la propuesta prospere. En el Senado se requieren de 85 votos para aprobar una reforma constitucional; Morena y sus aliados (PT, PVEM y Encuentro Social) suman 73 integrantes también insuficientes para su aprobación. El periodo ordinario de sesiones inicia el próximo 1 de febrero y concluye el 30 de abril en este lapso, o bien en un periodo extraordinario el mandatario deberá enviar su propuesta. En su defecto deberá esperar a que inicie la LXVI Legislatura el 1 de septiembre de 2024, un mes antes de que concluya su mandato. Con lo incierto que por el momento resulta su integración a la espera de los resultados electorales del 2 de junio y el objetivo que tiene Morena, a propuesta de López Obrador, de obtener la mayoría calificada en el Congreso para aprobar sus reformas constitucionales sin el apoyo de la oposición.
“Vamos a seguir con esa política y hago también el compromiso con ustedes, me lo plantearon del sindicato de maestros y otros trabajadores. Vamos a revisar la contrarreforma laboral de Zedillo, la de las pensiones”, prometió el presidente de México en memoria de la lucha de los llamados mártires de Río Blanco. Estas iniciativas presidenciales de suman a otras tantas que el mandatario ha adelantado presentará en este último año de su sexenio, incluida la reforma al Poder Judicial y la que busca ceder el control total de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
En diciembre de 2020, Morena y sus aliados aprobaron una reforma al sistema de pensiones del Seguro Social. Entre sus principales cambios destacan el incremento en el porcentaje de las aportaciones realizadas por los patrones a las cuentas para el retiro de los trabajadores de 6,5% a 15% del salario base de cotización, un esquema flexible para obtener la pensión mínima garantizada que varía en función de la edad, el salario promedio y las semanas de cotización; la reducción del número de semanas de cotización en el IMSS para tener derecho a una pensión; y el límite máximo a las comisiones que cobran las Afores
